Paraguay — Asunción — El ecosistema cultural: Entre la sobrevivencia y la contingencia

Paolo Herrera — Gestión y activismo cultural

Paraguay — Asunción — El ecosistema cultural: Entre la sobrevivencia y la contingencia

El panorama actual es mucho más que una crisis sanitaria. Esta pandemia deja entrever grandes fracturas en el modelo económico, en las estructuras políticas y las corrientes ideológicas; pero sobre todo en el modelo cultural que envuelve a una ciudadanía globalizada, que ha volcado sus valores al servicio del neoliberalismo y del capital. La cultura es hoy entendida como una industria, que está condicionada por la sociedad de consumo. Pero si algo está claro es que la cultura no es un bien de mercado, de lo contrario, estamos conducidos a la deshumanización.

Desde la Red de Centros Culturales de la Cooperación Española, creemos en la cultura como un Derecho Universal, un motor de desarrollo sensible que posibilita diálogos y problematiza nuestras formas de relacionarnos en comunidades y ante la naturaleza. Como institución extranjera en un país del Sur Global, tenemos el compromiso de cooperar hacia la reparación cultural; acompañando los procesos de cada país en el fortalecimiento de sus políticas culturales, de la promoción del patrimonio y la diversidad cultural.

El intercambio de experiencias entre España y América Latina, es para nosotrxs la clave para fomentar ecosistemas humanos que sirvan para salvaguardar la cultura. Asumimos así el potencial de mediadores en el diseño y articulación de redes de contingencia. Lxs artistas y creadorxs son figuras cruciales de esta arquitectura humana, eslabón de vulnerabilidad que ante la falta de recursos, presupuestos, carencia de público, escenarios, de la posibilidad del encuentro, se enfrentan al peor escenario: resistir en la sobrevivenvia y reducirse al sabor del hambre y la miseria.

Como espacio cultural entendemos la importancia de la formación y de la oferta cultural, pero sobre todo de las necesidades inmediatas. Si bien, hemos repensado acciones en formato virtual, la coyuntura nos exige solidaridad con quienes no tienen los mismos privilegios: una computadora, internet o en muchos casos un hogar donde confinarse. El escenario actual expone con fuerza las asimetrías sociales. Estamos aún lejos de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenibles que aspiran a reducir estas desigualdades.

Somos conscientes de las dificultades y limitaciones de los organismos gubernamentales, es por eso que apostamos a la creatividad de las iniciativas ciudadanas, de las redes vecinales de ayudas, de las posibilidades de las tecnologías para diseñar nuevas estrategias de cooperación que lleguen a los sectores más desfavorecidos. Como profesionales del sector cultural nos enfrentamos a la urgencia de modificar la acción cultural hacia un modelo más solidario, justo y participativo en la construcción de nuevas formas de ciudadanía.

Hemos visto movimientos makers, hacktivistas, laboratorios creativos, plataformas de innovación ciudadana y comunidades que aspiran a la construcción de otras formas de hacer ciudades y habitar la naturaleza. Nos urge ahora imaginar otras formas de vivir juntxs, y es en este terreno donde el arte puede ficcionar paradigmas de mundos posibles.

Colaboramos con:

Cultura de Red, Conectadas Latinoamérica, Mídia NINJA