LABORATORIO DEL ALMA
El Centro Cultural de España Juan de Salazar impulsó durante los meses de julio y agosto el proyecto “Laboratorio del Alma”, una iniciativa coordinada con la artista paraguaya Lizza Bogado, cuyo objetivo fue el de otorgar herramientas de expresión artística a mujeres privadas de libertad, a fin de que estas articulen sus propias voces, sin que las rejas sean un impedimento para expresarse y transformar sus vidas a través de la cultura como motor de desarrollo personal.
De este modo, Laboratorio del Alma constituyó un espacio de experimentación y expresión en el que la música se ha erigido como un instrumento de empoderamiento y transformación.
A través de un proceso creativo, que incluyó la exploración emocional, la escritura de letras, la composición melódica y la interpretación vocal, una veintena de participantes encontraron en la música un vehículo para contar sus historias, resignificar su presente y proyectar nuevos futuros.
El taller contó con cinco sesiones y, tras un proceso de grabación, finalizó con un pequeño concierto donde las mujeres compartieron una canción compuesta e interpretada por ellas mismas.
El arte como derecho y como oportunidad.
La experiencia de las artistas Lizza Bogado y Dahia Valenzuela no solo aportó excelencia artística, sino también sensibilidad, confianza y proximidad, validando los procesos de las participantes y acompañándolas en la construcción de sus propias voces.
Lizza actuó no solo como mentora artística a lo largo de este laboratorio, sino también como inspiración, demostrando que la música puede ser un camino hacia la transformación.
Según sus palabras “este laboratorio fue un tsunami de emociones. Salgo muy inspirada de aquí y espero que haya quedado sembrada alguna semilla. Estos proyectos deben multiplicarse, porque los artistas también debemos comprometernos con ciudadanos y ciudadanas que necesitan de nosotros”.
Por su parte Jéssica, una de las participantes, aseguró sentirse “libre y especial” durante las sesiones del taller, llevándose consigo “el aprendizaje de crecer, con incertidumbre, pero con la frente en alto, porque estas son las palabras que escogí para nuestra canción”, compartió.
“Quiero que cada una ponga de su parte, que crean en sí mismas y seamos sororas, acompañándonos y apoyándonos. Que hablemos unas con otras, tanto aquí dentro del penal como afuera, y tratemos de reinsertarnos a la sociedad, por más de que sea difícil, porque sabemos que eso no siempre se logra. Entonces deseo que se tome eso con más seriedad y se traigan muchas actividades más en el Buen Pastor”, agregó también.
Laboratorio del Alma encarnó así la misión del Salazar y de la Cooperación Española de fomentar una cultura transformadora, comprometida con los derechos humanos y la inclusión. En esta línea, se ha enmarcado en los ejes del centro cultural Género, diversidad e inclusión; Derechos humanos y Apoyo a la creación local.
“Si bien, comprendemos la importancia de llevar la cultura a todas partes, creemos que es mucho más trascendente cuando se tratan de personas cuyo acceso a la cultura es muy limitado en todos los niveles. A través de este tipo de programas, resaltamos no solamente el resultado, sino el proceso. El valor de llegar al espacio, trabajar con las reclusas, preguntarles sobre sus sentimientos y esperanzas, y construir con ellas todo este trabajo”, manifestó Laura Mesa, directora del Centro Cultural de España.
Finalmente, “Laboratorio del Alma” es una prueba viva de que el arte es una herramienta válida y eficaz para cambiar vidas, incluso en los contextos más adversos. Lo que comenzó como un taller de música, quedó sembrado como una red de apoyo, memoria y fortaleza, que espera seguir creciendo más allá del Buen Pastor.