PIEZA DE JUNIO

Título: Mujeres con cántaro.

Técnica: Tempera.

Fecha: 1955.

Firma: LILI/55.

Medida: 23 cm x 18 cm.

Procedencia: Donación Josefina Plá.

Este mes, la pieza seleccionada es una obra pictórica de mediados de la década de 1950, en la que Lilí del Mónico representa a un grupo de mujeres con cántaros sobre sus cabezas. La escena, capturada en primer plano, se despliega con una riqueza cromática que remite a la vibrante paleta de Henri Matisse. Las pinceladas son sueltas, llenas de energía, y los colores intensos otorgan a la composición una vitalidad particular que trasciende lo representado.

La obra destaca por su tratamiento expresivo del color, no como mero adorno, sino como un recurso estructural que define la atmósfera de la escena y potencia la relación entre las figuras. En palabras del propio Matisse: “Lo que es más importante con el color son las relaciones. Gracias a ellas, y solo a ellas, un dibujo puede tener un color intenso sin necesidad de que haya color.” Este principio parece encontrar un eco natural en la pintura de Lilí del Mónico, cuya sensibilidad plástica se manifiesta en cada trazo.

Sobre su producción, la artista y compañera de ruta, Olga Blinder, escribió: “Lilí fue buscando su camino y sus hallazgos no fueron casuales. Siempre es su coherencia interior la fuerza que la guía y, aunque su producción no es constante ni se rige por una línea técnica o temática, la fuerza de su pintura se apoya en su autenticidad, que la hace pintar como habla y actúa en su vida cotidiana. Lilí es así, le guste o no le guste a la gente y, por eso, su pintura trasunta la misma fuerza que siempre la empujó, en todos sus emprendimientos.”

Lilí del Mónico (Suiza, 1910 – Asunción, 2002) fue una artista plástica fundamental en el proceso de renovación de las artes visuales en Paraguay, país donde desarrolló la mayor parte de su obra a partir de los años cincuenta. En 1954, participó junto al Grupo Arte Nuevo en la Primera Exposición de Arte Moderno en Asunción, una muestra histórica realizada en las vidrieras de los negocios y comercios de la calle Palma, marcando un hito en la modernización del arte paraguayo.

Esta obra es testimonio de ese impulso pionero, de una mirada que supo captar la energía del color y la potencia simbólica de lo cotidiano, trazando así un camino único y profundamente auténtico dentro del arte moderno paraguayo.